viernes, 8 de junio de 2007

“No me amenaces con amor pequeña. Salgamos a pasear bajo la lluvia” Billie Holiday.

Aún no había nada, sólo el coqueteo típico de una mujer con ansias de peligro… siempre pensé que podría controlar la situación, de hecho siempre había podido controlarla. En un arrebato de aburrimiento lo llamé y quedamos de reunirnos… él me esperaba con su sonrisa encantadora, mientras pasaba su mano por su espesa cabellera canosa, tipo George Clooney. Se dirigió hacia a mi tomándome delicadamente la cintura y besándome con gran fuerza, todo un maestro de la seducción pensé. Sentía mi corazón palpitar en la garganta, sabía que estaba jugando con fuego, sabía que no estaba haciendo lo correcto, sin embargo eso era precisamente lo que me incitaba a seguir adelante con mi juego. ¿hasta dónde soy capaz de llegar?
Me susurró al oído, estás preciosa, mientras sus ojos sonrientes recorrían mi cuerpo por completo, volver a verte es como un sueño prosiguió….Yo me sentía como la protagonista de una película, me sentía como la reina de un cuento de hadas, como una Diosa… junto a él sentía todas esas cosas con las que las mujeres sueñan de vez en cuando, sin embargo sabemos también que es una ilusión que se disfruta mientras dura.
Cenamos muy animados toda la noche, las sonrisas y sutiles sugerencias se fueron haciendo cada vez más agudas a medida que la botella de vino bajaba su nivel. El deseo y la lujuria se podían oler a metros de distancia…. La gente nos observaba y ello contribuía a encender la llama de fuego que quería envolver nuestros cuerpos para fundirnos en uno.
Me acompañó hasta la habitación y decidí que debía despedirme, de lo contrario me arrepentiría, sin embargo él sabía jugar, era un experto en jugar y yo apenas era una aprendiz…..me miró fijamente a los ojos y me pidió que lo dejara pasar sólo 10 minutos, hasta la mujer más estúpida podía predecir lo que ocurriría, pero yo me negaba a la posibilidad, no podía pasar la barrera que por tanto tiempo había sido capaz de dominar. Apenas entró me sentí paralizada, inmovilizada por el pánico…. La situación se me estaba escapando de las manos y ya no podía huir.
¿Quieres tomar algo?.... me preguntó. Se podía percibir la tensión en su voz, yo seguían inmovilizada sin poder responder. De pronto recordé las palabras de una amiga más experimentada en estas hazañas…”no tienes que pensar en tu pareja, tampoco que éste será un amor eterno, un tipo como éste compensa aunque sea por una noche”. Me costaba admitirlo, pero estaba de acuerdo con las palabras de mi amiga, un tipo así, que es capaz de cumplir todas tus fantasías no se encuentra todos los días. Un tipo así, extraordinariamente irresistible, extraordinariamente encantador espera pacientemente su presa para luego desaparecer sin dejar rastro.

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