Día de rutina

Era un día cualquiera, de esos días de rutina diaria en los que uno cree que nada nuevo ocurrirá, yo trabajando en mi escritorio frente al computador,mi jefe pidiéndome temas urgentes......de pronto suena mi celular, era él invitándome a almorzar. Hasta ahí todo normal sólo que yo desde la mañana que andaba cachonda y quería un buen polvo que me diera energía. Bajé a reunirme, él me esperaba en la esquina de siempre con una sonrisa dibujada en sus labios, apenas nos saludamos y caminamos directo al restaurant, nos sentamos y comenzamos a jugar con la mirada, con palabras eróticas y luego las manos se nos fueron por debajo de la mesa, comenzamos por tocar nuestros sexos sobre la ropa, yo sentía como mi sexo se iba humedeciendo y mi vulva se dilataba y contraía rítmicamente, era verano y yo vestía una falda amplia y delgada, él comenzó por subir sus manos por mis piernas desnudas y apartó la tanga que llevaba puesta con sus hábiles dedos e introdujo uno en mi vagina......Mientras ello ocurría, él me pregunta ¿que quieres comer?... y yo le respondo "a ti"... él suelta una pequeña carcajada y me vuelve a preguntar "ya, ¿que quieres comer?", pero yo vuelvo a contestar "a ti"... entonces nos miramos y yo le dije ¿vamos?.... nos paramos y nos fuimos a un motel.
Apenas llegamos me monté sobre él y me aferré entrelazando mis brazos a su cuello, él estaba de pie y sostenía mi cuerpo tomándome de las nalgas y acariciándo mis muslos. Comenzamos a besarnos, acariciarnos y a masajearnos mutuamente, nuestros cuerpos se entrelazaban de tal manera que parecíamos dos serpientes enredadas sin poder despegarse, nuestra respiración se agitaba cada vez más, al tiempo que nos recorríamos por completo, nos relamimos el sudor milímetro a milímetro, nuestra sangre hervía y yo sentía un deseo profundo de ser atravesada, perforada, de ser poseída por ese hombre que hacía encender el fuego de mi carne y me hacía perder completamente el control.
CONTINUARÁ...